jueves, 12 de noviembre de 2015

EL CIELO Y EL INFIERNO Fabula

En un reino lejano de Oriente se encontraban dos amigos que tenían la curiosidad y el deseo de saber sobre el Bien y el Mal. Un día se acercaron a la cabaña del sabio Lang para hacerle algunas preguntas. Una vezunos a otros.
dentro le preguntaron:
-Anciano díganos: ¿qué diferencia hay entre el cielo y el infierno?...
El sabio contestó:

-Veo una montaña de arroz recién cocinado, todavía sale humo. Alrededor hay muchos hombres y mujeres con mucha hambre. Los palos que utilizan para comer son más largos que sus brazos. Por eso cuando cogen el arroz no pueden hacerlo llegar a sus bocas. La ansiedad y la frustración ca
da vez van a más.
Más tarde, el sabio proseguía:
-Veo también otra montaña de arroz recién cocinado, todavía sale humo. Alrededor hay muchas personas alegres que sonríen con satisfacción. Sus palos son también más largos que sus brazos. Aun así, han decidido darse de comer

martes, 1 de septiembre de 2015

QUE ES UN MANDALA

¿QUE ES UN MANDALA? En nuestros días es muy común escuchar hablar de mandalas, ver cuadros y decoraciones basados en mandalas,  meditar con mandalas y mas.

Mandala es una palabra sánscrita que significa “círculo”. Tiene su origen en la India y son utilizado desde tiempos remotos.

Consiste básicamente en una forma circular con formas geométricas concéntricas, organizadas en diversos niveles visuales. Las formas básicas más utilizadas son círculos, triángulos, cuadrados y rectángulos y pueden ser creadas en forma bi o tridimensional. En Oriente hay gran cantidad de templos realizados en forma de mandala.

Desde el punto de vista espiritual es un centro energético de equilibrio y purificación que ayuda a transformar el entorno y la mente de quien medita en ellos.

En la cultura occidental fue Carl G. Jung, uno de los padres de la psicología, quien los utilizó en terapias psiquiátricas con el objetivo de alcanzar la búsqueda de individualidad en los seres humanos.Jung solía interpretar sus sueños dibujando un mandala diariamente. En dicha actividad descubrió la relación que éste tenía con su centro y a partir de allí, elaboró una teoría sobre la estructura de la psique humana.

Según Jung, los mandalas representan la totalidad de la mente, abarcando tanto el consciente como el inconsciente. Afirmó que el arquetipo de estos dibujos se encuentra firmemente anclado en el subconsciente colectivo.

Crear mandalas y meditar en ellos es un poderoso instrumento que potencia la creatividad, expande la conciencia y nos reconecta con nuestro Ser. Además nos ayuda a mejorar la comunicación con el mundo y nos permite desarrollar la auto-aceptación y la auto-observación de una manera natural e intuitiva. Nos centra, nos armoniza, nos hace sentir paz y  bienestar.

Quien realiza o medita sobre un mandala, comienza a descubrir y a comprender que cada parte del mandala forma parte de un todo y que cada parte del universo forma parte de uno mismo. Descubre en definitiva, la unidad de la que hablan todos los grandes seres espirituales, el verdadero significado de “todo es uno”.

Cómo crear un mandala

La principal regla en la creación de un mandala es dejar fluir la imaginación, la creatividad, la energía, actuando de forma libre e intuitiva, sin preconceptos. Buscar un significado racional puede truncar el valor esencial del mandala.El momento presente es el que cuenta y no lo que sepamos de colores y formas. Hay que dejar que los colores y las formas hablen a través de nosotros. El mandala es un reflejo de nuestro interior.

Necesitamos unos minutos de contemplación, concentración y calma, en un ambiente tranquilo y cómodo.Debemos tener en cuenta su esquema básico: un círculo y cuatro puntos cardinales. Se puede variar la base y reemplazar el círculo por un triángulo, un cuadrado o un octágono.

Todo lo que hacemos en nuestra vida a nivel físico y concreto, tiene sus repercusiones en planos más sutiles y elevados y viceversa. La creación de un mandala, que es un simple dibujo para el ojo racional, para lo sutil es como un mapa que nos marca el camino hacia el auto conocimiento profundo, entendiendo incluso, aspectos imposibles de poner en palabras.

La creación de un mandala es un ida y vuelta entre lo sutil y lo concreto. Es esa porción del universo que ocupa nuestro ser, nuestra esencia. Creamos nuestro propio espacio sagrado, dejando fluir las energías de forma libre y natural.La libertad en la creación se extiende a los materiales: lápices, tizas, acuarelas, acrílicos, piedras, arena, en maderas, hojas, metales, etc.

Debemos pintarlo de manera intuitiva, sin pensarlo. Si lo comenzamos a pintar de afuera hacia adentro, se representa el autoconocimiento de lo externo hacia nuestro centro, hacia nuestro interior. Si nace de nosotros comenzar desde el centro hacia afuera, esto simboliza la expansión de la conciencia.Del mismo modo elegimos los colores, no importa que no combinen entre sí. En ellos se verá reflejado nuestro estado de ánimo.

Si nos produce sueño durante el proceso, se debe a que pasamos de estar tensos a estar relajados. Es normal; en este caso es preferible dejarlo y continuarlo mas tarde.



“Sólo se volverá clara tu visión cuando puedas mirar en tu propio corazón.

Porque quien mira hacia fuera, sueña, y quien mira hacia dentro, despierta”

Carl Jung



jueves, 27 de agosto de 2015

MI OBJETIVO EN LA TERAPIA


En la medida en que vivimos pasamos por diferentes estados de intercambios constantes con diferentes grados de intensidad emocional, lo que permite la formación de vínculos constructivos y / o destructivos, inherentes en el proceso evolutivo de cada ser humano.
 Sin embargo, estos intercambios están bajo materiales y / o inmateriales, sucederá tanto consciente como inconscientemente, y nos  afectan de esa misma manera nos identificamos con experiencias, desarrollo de habilidades y destrezas, así como traumas y prejuicios.
 En consecuencia, nos identificamos y absorbemos las experiencias,  desarrollo de habilidades y destrezas, así como traumas y prejuicios.E invariablemente los conflictos y quejas que origine esta dinámica se manifiestan en síntomas, que son más que indicadores de desequilibrios emocionales, psicológicos y / o físicos, a menudo provocada por los patrones de conductas destructivas, pensamientos y / o sentimientos en varias áreas de contexto humano.     
Por lo general, las sesiones de análisis se llevan a cabo en períodos de 50 minutos semanales o quincenales, en las cuestiones del cliente hacia atrás / situaciones que trabajan en su totalidad y hacia adelante con el aquí y ahora. 
El trabajo del analista es dar la bienvenida, mediar y estimular al cliente a través de la escucha, las preguntas, reflexiones y consideraciones que a veces provocan confrontaciones de información e ideas, las colocaciones en expansión y conceptos iniciales. Y al mismo tiempo ayuda al cliente en cruzar este proceso de sensibilización, la comprensión y la reformulación de la dinámica existencial, resultante del contacto con sus contenidos inconscientes, lo que obviamente permite y facilita la activación de la respectiva curador dentro del cliente.   El proceso analítico sucede el diálogo entre analista y el cliente, dentro de una oficina o "conjunto terapéutico", y podemos entender cómo un lugar santo para proporcionar seguridad, confidencialidad y estímulo para hablar de sí mismos, los problemas personales, vistas de manera abierta y honesta.
 Básicamente la psicoterapia busca una mejor comprensión de sí mismo (Self) y su interrelación con el entorno en el que aparece, ya sea en el contexto de la dinámica: la familia; Amor / Romance; Actividad profesional / ocupacional; Religiosidad / Sagrado / Espiritual; Socioeconómico; y / o físico / cuerpo.

COMO ME AFECTA LA ENVIDIA

La envidia es mil veces más terrible que el hambre,
porque es hambre espiritual.
Miguel de Unamuno

El joven discípulo de un filósofo sabio llega a su casa y le dice:
-Maestro, un amigo estuvo hablando de ti con malevolencia…
-¡Espera! -lo interrumpe el filósofo-. ¿Hiciste pasar por las tres rejas lo que vas a contarme?
-¿Las tres rejas? -preguntó su discípulo.
-Sí. La primera es la verdad. ¿Estás seguro de que lo que quieres decirme es absolutamente cierto?
-No. Lo oí comentar a unos vecinos.
-Al menos lo habrás hecho pasar por la segunda reja, que es la bondad. Eso que deseas decirme, ¿es bueno para alguien?
-No, en realidad no. Al contrario…
-¡Ah, vaya! La última reja es la necesidad. ¿Es necesario hacerme saber eso que tanto te inquieta?
-A decir verdad, no.
-Entonces… -dijo el sabio sonriendo-, si no es verdad, ni bueno ni necesario, sepultémoslo en el olvido.
 Las relaciones humanas serían mucho más sanas si antes de hacernos eco de algo lo pasásemos por las rejas de la verdad, de la bondad y de la necesidad. A todos nos cuesta usar estos tres principios ante las habladurías pero es que hay personas realmente incapaces de contener sus deseos de crítica y de recrítica. ¿Qué hay detrás de todo esto? La oscuridad de la envidia y su terrorífica cueva.
La envidia es el virus más letal que conozco, arruina relaciones, anula sensaciones, emociones y personas. Me parece verdaderamente peligrosa simplemente porque todos podemos caer en sus garras, pues está tan extendida que ha alcanzado el nivel depandemia. Ante este hecho cobra especial relevancia la posibilidad de vacunarnos tanto de sentirla como de sufrirla.
Tras el embrujo de la envidia, las malas lenguas y las habladurías se oculta un terrible demonio que no se apiada de nosotros: la falta de autoestima y de amor propio. La mejor arma que tiene la envidia para atacarnos es predisponernos a una comparación desventajosa.
De sobra es sabido que toda comparación es odiosa, entre otras razones porque es una forma de exponernos a la imagen de nuestras frustraciones y que nos las devuelva nuestro espejo en modo lupa. En otras palabras, lo que codiciamos nos destruye porque demoniza la consecución de las aspiraciones que aún no hemos alcanzado sin dejarnos prestar atención a las virtudes que ya son nuestras.
Además, la envidia saca a la luz el lado más oscuro y tenebroso del ser humano, que no es solo la falta de amor a uno mismo, sino que constata una de las verdades más incómodas de la humanidad: la condena al talento y al éxito ajenos. Es más fácil canalizar la frustración hacia el juicio y la crítica que el hecho de reconocer nuestro complejo de inferioridad.
 Es bastante común que nos preguntemos sobre la razón por la que envidia el envidiosopero solemos minusvalorar el lastre que esto supone para el envidiado. El que otros te envidien es un verdadero padecimiento, te aleja de la realidad y te genera desconfianza.
Hay ciertos momentos en los que las personas envidiadas ya no saben quiénes son sus amigos o sus enemigos, en quiénes puede confiar e  incluso comienzan a cuestionarse si su éxito les pertenece o es ingrato como afirman las malas lenguas.  Esto puede incluso fomentar que un sentimiento victorioso se convierta en una cadena constante de inseguridades y penurias.
Estoy segura de que no vamos a conseguir erradicar la envidia pero igual sí que podemos atenuarla. De entrada pasemos a nuestros pensamientos y acciones los filtros que hoy hemos conocido (la verdad, la bondad y la necesidad), trabajemos en un sentimiento propio de amor e identidad y generemos una vida interior que nos dificulte interesarnos de forma maliciosa por los éxitos y fracasos de los demás. Y, desde luego, usemos el foco de luz que genera nuestra envidia para fomentar esos logros que aún tenemos que madurar.
En cuanto a superar el daño que supone el hecho de “ser el envidiado” lo cierto es que requiere de cierta experiencia previa y no podemos empezar la casa por el tejado. Conocemos que hay algunos acontecimientos que suscitarán comparativas y que toda nuestra grandeza es capaz de resaltar las pequeñeces de los demás, tal y como sucede a la inversa.
Así es que, sabiendo esto, permitámonos saborear nuestras virtudes de una forma diferente: mostrando a los demás que lo pueden conseguir, para que así se entretengan en intentarlo y nosotros en echarles una mano. Porque así como la avaricia y la envida nos destruyen, la admiración nos construye.



martes, 25 de agosto de 2015


QUE TIPO DE CREATIVO SOY ?

La creatividad se define como la capacidad de carácter cognitivo afectivo que permite organizar un proceso psicológico que nos lleve a mostrar un comportamiento nuevo, original, flexible, fluido y organizado, orientado a la búsqueda, la detección y solución de un problema.
La creatividad es muy demandada en el ámbito profesional ya que las personas que la han desarrollado son capaces de ofrecer productos únicos e ingeniosos. Las empresas buscan a personas originales e innovadoras que las hagan avanzar y cobrar ventaja respecto a la competencia más directa. Así, constituyen la riqueza intangible más importante.
Pero, la creatividad también es una fuente de enigmas:. ¿Por qué algunas personas son más creativas que otras? ¿Existen las personas cero creativas? La verdad es que todos somos creativos no existen personas sin creatividad sino las que no han encontrado, aún, su tipo de creatividad.

¿Cuáles son las características del pensamiento creativo?

Una mente creativa se caracteriza por una serie de elementos:
Fluidez
Es la capacidad de generar una cantidad considerable de ideas o respuestas a pensamientos establecidos. Normalmente, tenemos solo una idea o dos para un pensamiento y estos están condicionados por lo que hemos visto u oído en otras ocasiones. Una mente creativa es capaz de generar muchas ideas o respuestas.
Flexibilidad
Es la capacidad de ampliar nuestras alternativas. Lograr generar más opciones. Cuando necesitamos darle respuesta a una pregunta, una mente creativa tiene muchas opciones. A veces demasiadas, lo que dificulta la capacidad de elección pero favorece la cantidad de posibilidades a haber.
Originalidad
Se basa en pensar nuevas ideas, visualizar los problemas de forma diferente y proponer nuevas soluciones. Las ideas que surgen son novedosas, algo que nunca se ha pensado o una nueva perspectiva de una solución ya dada.
Elaboración
Añadir elementos, detalles o ideas que ya existen, modificando alguno de sus atributos. Sin ser original, tan solo aportando pequeñas pinceladas nuevas que doten de aire fresco una idea ya existente.

Tipos de creatividad


No tenemos porqué poseer un tipo de creatividad “estándar”. Podemos poseer otros tipos, como los que a continuación explicamos. Por otro lado, si queremos desarrollar nuestro potencial creador, podemos hacerlo centrándonos en solamente un tipo o trabajando todos a la vez. Lógicamente, la segunda forma será la más completa y la que probablemente nos aporte una mayor conocimiento sobre nosotros mismos.

1. Creatividad mimética


Este tipo de creatividad se centra en copiar, imitar o reproducir algo exactamente igual. Es un tipo de creatividad básico y poco elaborado, puesto que incluso los animales son capaces de desarrollarla.

2. Creatividad analógica


Las analogías nos permiten resolver problemas más complejos. Sirven para transferir información que entendemos y dominamos con el objetivo de resolver nuevos desafíos. En definitiva, dan lugar a nuevas ideas.

3. Creatividad bi-sociativa


Este tipo de creatividad se presenta cuando nuestro pensamiento racional se conecta con el pensamiento intuitivo. Es lo que podríamos denominar el momento ¡Eureka! o insight. La creatividad bi-sociativa permite conectar una idea que nos es familiar con otra que no lo es, con el objetivo de generar un concepto diferente.

4. Creatividad narrativa


Se ve reflejada en la capacidad para crear historias. Las historias suelen seguir un orden coherente. Se relacionan y unen los personajes, acciones, descripciones, tramas, narración del relato y gramática. Como resulta muy sencillo reconstruir estas historias y crear algo nuevo, por lo que puede ser muy útil para pensar de maneras diferentes.

5. Creatividad intuitiva


En este sentido, la intuición tiene que ver con la capacidad de recibir las ideas y crearlas en nuestras propias mentes sin necesidad de imágenes externas. Así, vaciar nuestra mente o apartar por un instante los sistemas de razonamientos que tenemos automatizados va a preparar el terreno propicio para que surja nuestra creatividad intuitiva.
En un sentido práctico, para lograr esto podemos hacer meditación, yoga u otro tipo de actividad que nos permita crear un estado de consciencia tal que logremos vaciar la mente y relajarnos. De esta manera, crearemos un estado de consciencia fluido que permita que las ideas lleguen fácilmente.

Además de estos tipos, la creatividad pasa por un proceso que consta de otros procesos más pequeños: el de revisión y el de exploración, los problemas que se presentan y las soluciones que le encontramos para solventarlos, la solución creativa (Eureka) y, por último, poner nuestra idea en práctica y ver si resulta efectiva.

Además de este proceso, necesitamos ciertos recursos que nos ayuden en nuestro “camino creativo”: inteligencia y conocimiento, motivación y personalidad. Sin estos tres elementos nos va a resultar muy difícil ser creativos.

martes, 11 de agosto de 2015

PERLAS DE SABIDURÍA

Había una vez en el lejano Oriente un hombre considerado muy sabio. Un joven viajero decidió visitarle para aprender de él.
-Maestro, me gustaría saber cómo llegar a ser tan sabio como usted...

-Es realmente sencillo, -le dijo- yo solo me dedico a descubrir perlas de sabiduría. ¿Ves aquel gran baúl de perlas?
-Sí.
-Son todas las que he acumulado durante mi vida.
-Sí pero... ¿dónde puedo encontrarlas?
-Están en todas partes. Es cuestión de aprender a discernirlas. La sabiduría siempre está preparada para quien esté dispuesto a tomarla. Es como una planta que nace dentro del hombre, evoluciona dentro de él, se nutre de otros hombres y da frutos que alimentan a otros hombres.

-Aaahhhhh, ya, ya.... Lo que me está diciendo es que tengo que ir descubriendo lo que hay de sabio en cada persona para crear mi propia sabiduría y compartirla con los demás...

En aquel momento, las palabras de aquel joven parecía como si se fueran formando una pequeña nube de vapor de agua que se condensaba hasta solidificarse en una pequeña perla. Inmediatamente el maestro la recogió para ponerla junto al resto de perlas.
El maestro le dijo:
-Realmente, mi única sabiduría es recopilar estas perlas para después saber utilizarlas en el momento oportuno.



viernes, 31 de julio de 2015

COMO GENERAR MI FELICIDAD

Lo sabemos, la felicidad es un concepto muy difuso a la vez que complejo. Podríamos hablar de aspiración, de algo que alcanzamos brevemente y que al instante, pierde levemente su resplandor, su intensidad. Sin embargo, queda la cotidianidad de las pequeñas cosas, de un sencillo equilibrio en el que sentirnos bien, ahí donde poder apreciar cada cosa que nos rodea, nos acompaña y nos define.
Puede que el ser consciente de esta felicidad “humilde”, sea un don que no todo el mundo dispone. Pongamos un ejemplo: según la revista Forbes, una buena parte de las personas más ricas de nuestro planeta, es infeliz.
Esto nos demuestra dos cosas que quizá ya sabíamos, que la felicidad no se compra con un cheque de infinitos ceros, y que el arte de amargarse la vida está quizá a la orden del día en todas las escalas sociales. Hasta en los millonarios.

Como generar mi felicidad;

En ocasiones, nos preocupamos en exceso de aspectos que no tienen importancia. De cosas que o bien no tienen solución o que no tienen por qué suceder. Todos conocemos a esas personas que tienden a anticipar cosas: “Tenemos que hacer esto porque puede suceder aquello”, ideas obsesivas donde está presente quizá una inseguridad continua, que les hace no solo amargarse a ellas mismas, sino también a quienes están a su alrededor.
Miedo al fracaso, miedo a la soledad… todo ello nos empuja en ocasiones a hacer cosas que complican aún más nuestra realidad, nuestra cotidianidad aparentemente sencilla donde no existen problemas graves.
 Veamos algunos ejemplos:
-Tu presente está bien, no hay ninguna dificultad ni problema aparente. Sin embargo empiezas a obsesionarte con el futuro, con lo incierto. Porque está claro…la tranquilidad no dura mucho tiempo.
-Si hay algo que no va bien en tu vida, por pequeño que sea… todo se complica. ¿Has discutido con alguien? ¿Un mal día en el trabajo? Esto ya es suficiente para tener una mala semana y extender esa negatividad a todos los planos de tu vida.
-Lo importante es no estar solo. Así que debes aguantar lo que sea y con quien sea para no enfrentarte a la soledad.
-Si has alcanzado una meta que tenías propuesta y eres un especialista en el arte de amargarte la vida, seguro que no la disfrutarás. Es posible que te Marque otro objetivo aún más difícil cuya complicación, te cause frustración a la vez.
-Si alguien te deja caer una crítica, aunque sea constructiva, seguro que no la vas a aceptar. Porque nadie hace algo para bien, la mayoría de las personas tienen una doble intención… y esta nunca es buena.


Los ejemplos dados anteriormente nos demuestran ya a grandes rasgos cuales son las dimensiones que definen a esas personas que son incapaces de apreciar la felicidad, o la bondad de las cosas y las personas que les rodean: la envidia, la manía persecutoria, la incapacidad de asumir responsabilidades, un perfeccionismo exagerado, el razonamiento excesivo, el negativismo, la baja autoestima… y en esencia, el vacío de sentido vital.
No hace falta seguir una religión o practicar un tipo de filosofía específica para darnos cuenta de que nuestra vida debe tener un sentido. Un sentido para nosotros mismos.Las personas que nos rodean no son una amenaza, nadie está aguardando en una esquina para hacernos daño.
Tampoco hay que obsesionarse en lo que pasará el día de mañana ni caer en el error del razonamiento excesivo. Lo importante es mantener un equilibrio, usar la lógica… saber confiar.

El arte de NO amargarse la vida requiere que aprendamos a confiar, es imposible controlar todos los aspectos de nuestra vida para evitar que ocurran determinadas cosas. La felicidad no es una meta, es un estado, una emoción. La felicidad está en el día a día, en el ahora y en nuestra capacidad para saber cultivarla del modo más humilde posible.

martes, 28 de julio de 2015

El DOLOR DE MIS EMOCIONES

Es un dolor que se manifiesta en la parte inferior de la espalda, el lugar donde se encuentran las vértebras lumbares.
Puede indicar que estamos inmersos en un conflicto de dirección:
¿Qué es mi vida?
¿Qué voy a hacer con ella?
¿Qué dirección quiero tomar en mi vida?
Puede expresar un temor inconsciente o rechazo hacia los cambios que la vida nos impone, o incluso, hacia aquellos que nosotros mismos hemos adoptado, especialmente en el ámbito familiar o profesional, ya que dichos cambios nos obligan a rectificar nuestros hábitos, nuestros puntos de apoyo, a cambiar de actitud en nuestras relaciones, cosa que nos irrita muchísimo y nos pone bastante nerviosos, ya que en el fondo nos sentimos inseguros y lo único que nos interesa es encontrar la estabilidad en nuestra vida.
Desvalorización por sentirse “impotente” ante una situación o persona.
Puede manifestarse cuando una persona está sobrecargada y siente ira porque cree que no puede hacer frente a todas sus responsabilidades. Piensa que la suya es una carga muy pesada, que le han dado demasiadas cosas para hacer y sólo le queda el deseo de “salir corriendo”.
Sentimiento de ser el pilar de la familia, del clan, de la empresa, dentro de una noción de responsabilidad, etc.
En muchos casos de lumbago está presente un conflicto de origen sexual en el que se encuentran implicados nuestros colaterales (mujer, marido, amantes). Puede tratarse de un conflicto relacionado con sentimientos de culpa. Se refleja sobre todo en la pierna izquierda.
Lumbalgia: Sentimiento de impotencia.
“Me siento impotente y me doblego en los pilares de mi vida”.
“Estoy soportando una situación sin poder intervenir”.
“Me encuentro viviendo una experiencia que no sé cómo afrontar.
Sentimiento de desvalorización.
"No puedo hacer nada".
“No sé cómo salir de ésta situación”.
“No me queda otro remedio, tengo que soportarla”.
Recomendaciones para recuperar la salud física, emocional y espiritual:
Afrontar conscientemente el sentimiento de impotencia, de inseguridad y el complejo de inferioridad.


Abrirse a lo nuevo y aceptar la ayuda que viene del exterior. Avanzar en la vida con flexibilidad, con confianza, abandonando la tendencia a querer controlarlo todo a su manera.

SOLO PENSAR EN MI

Solo pensar en ti

Muchas veces no eres consciente de ello, pero, sin quererlo, actúas como tu peor enemigo. Puede que te parezca normal tener pensamientos dispersos sobre lo mal que haces las cosas, lo mucho que te falta para estar “a la altura” de los demás, o lo deficiente que eres a la hora de conversar, bailar o lo que sea.
No son reflexiones como tales. Simplemente, tienes una convicción secreta de que eres inadecuado. Además, llevas una lista mental de los hechos que aparentemente te lo prueban: no has logrado lo que deseas, no destacas en nada (como no sea para mal), no sientes que otros te quieran lo suficiente… En fin, el inventario es interminable.
De una u otra manera, has aprendido a parecer incompetente. Pero quizás no has reparado en que tus supuestas incapacidades nacen precisamente de esa idea que tienes de ti mismo. Te has programado, sin saberlo, para errar, equivocarte. Y también sin notarlo, proyectas permanentemente esa imagen de ti hacia los demás, de modo que también los otros esperan de ti que no seas capaz.
Necesitas reflexionar mucho al respecto. Pero, en principio, aquí te proponemos algunas tareas que pueden ayudarte a dejar de ser tu peor enemigo.

Suaviza el lenguaje

Cuando te refieras a ti mismo, bien sea en tu mente o a viva voz, usa un lenguaje gentil. Humillarte o burlarte de lo que eres o lo que haces, no es un acto de honestidad, sino de auto agresión. Siempre hay una manera más amable de decir las cosas.

Aprende a decir NO

En realidad, no se trata tanto de pronunciar ese “NO”, sino mantener al margen el sentimiento de culpa que sobreviene después de haberte negado. Comprende que decir “sí” a todo no te hace mejor persona. Y pasar por encima de ti mismo equivale a hacerte daño.

Reserva un tiempo para ti

No dejes de lado eso que te gusta hacer, ni esos sitios a donde te gusta ir. Regálate un tiempo a la semana solo para ti. Marca unos linderos para ese tiempo valioso y no permitas que otros intervengan en él.

Trabaja a partir de metas

Cada día puedes ponerte una meta; es importante que sea viable y poco ambiciosa: los grandes logros se construyen a partir de pequeños pasos. Se humilde y no te fijes grandes propósitos, que vendrían a ser una trampa para ti mismo. Al final de la semana, mereces una recompensa si cumpliste con las metas de cada día; no olvides premiarte, porque ese estimulo es un elemento importante para re programar la idea que tienes de ti mismo.

Conócete

No por nada Socrates, lo estableció como máxima de su filosofía: conócete a ti mismo. Tal vez crees que sabes muy bien quién eres, pero lo más probable es que no sea así. Quien reniega de sí mismo y se desvaloriza, no se está mirando con un lente objetivo, sino a través de una programación automática que lleva en su mente. Cuando pienses en ti, enfatiza en tus virtudes y dales el valor que merecen.

Se generoso



Dar es una manera de conectarse genuinamente con la vida. No puede ser un acto de sacrificio, sino algo que nazca del corazón y te haga sentir bien. Cuando das, sin esperar a cambio y en completa libertad, generas alrededor de ti una cadena de afectos y de “buena vibra”. Eso incrementará el sentido de valoración por ti mismo.

viernes, 24 de julio de 2015

MANTENER Y DEJAR IR

Mantener y dejar ir

Ganar, perder, reír, llorar, abrazar con emoción, cerrar los ojos en soledad... La vida es un ciclo que no tiene fin, que fluye, corre y que se nos escapa de las manos por mucho que deseemos retenerla. Como la juventud, como ese amor eterno que una vez nos vendieron y que siempre tuvo en realidad, fecha de caducidad.
La vida es un duro equilibrio entre mantener y dejar ir, una ley que nadie nos enseñó y para la que no nos han preparado, y que sin embargo, vamos aprendiendo con el tiempo calladamente.
Ya desde niños somos protagonistas de esos acontecimientos que nos marcarán para siempre, aprendemos, por ejemplo, que existen diferentes tipos de pérdidas.
Recordarás sin duda a aquellos amigos que se fueron a vivir a otras ciudades y que nunca volviste a ver, y también, que la muerte de algunos de tus familiares o incluso tus mascotas, estableció una dolorosa separación que nunca pudiste alcanzar.
La vida teje su propio equilibrio de ganancias y pérdidas, hilando distancias que nunca alcanzaremos, pérdidas que habremos de asumir en un aprendizaje personal, el más solitario de todos.
Hablemos hoy sobre esta ley implícita de la que todos deberíamos ser conscientes.

 “mantener” 

El dolor de la pérdida es en realidad, el valor y todo el amor actual que dirigimos a aquello que nos envuelve. Nadie llora por ejemplo, por algo que no ama, nadie siente el vacío de algo que antes no ha tenido en su interior. Así pues, en este equilibrio vital que establece la vida, es necesario que sepamos reconocer  primero todo aquello que es valioso para nosotros.
Aprende a valorar todo aquello que te rodea, mira a los ojos a quienes te quieren. Siente la sencillez del día a día y experimenta cada momento con los tuyos, como si fuera el último.
Ninguno de nosotros sabemos lo extensa o fugaz que es nuestra “cuota” de vida, o incluso la de los demás, así que ¿Y si aprendemos a disfrutar más del presente y del “aquí y ahora”?
En ocasiones cuesta, hay veces que nos vemos nublados por las preocupaciones, por las obligaciones, fijamos nuestra vista en el pasado y nuestras expectativas en el futuro, desplazando el presente como si no existiera. Como si no te estuviese abrazando en este mismo instante.
Las personas en ocasiones somos criaturas enfermas de nostalgia, es más, según nos dicen numerosos psiquiatras, el cerebro humano pasa gran parte de su tiempo evocando recuerdos, y lo que es peor, hay quien cae en esos pensamientos obsesivos que nos anclan ciegamente en ese fracaso del ayer, en ese error del pasado.
Lo que perdiste ayer ya no existe. Déjalo ir, asume y acepta. El dolor de ayer es una puerta por la que avanzar para reencontrarte con lo que eres ahora, alguien más humilde y sabio que merece ser feliz de nuevo.

“Dejar ir” 

“Dejar ir” no es sólo asumir una pérdida o un fracaso. Es también madurar, cambiar unas ideas por otras, crecer interiormente e incluso enfrentarnos a nuestros valores.
En ocasiones asociamos la idea de “dejar ir” a tener que aceptar un fracaso emocional o una pérdida personal, cuando en realidad, las personas practicamos este concepto a lo largo de toda nuestra  vida. Madurar es concebir nuevas ideas y enfrentarse incluso a nuestros propias palabras de antaño…
El niño que fuimos tuvo que desafiar al adolescente que pedía más derechos, más libertades. El adulto, entendió después que no todo son libertades, que también existen responsabilidades.
La persona que éramos hace dos años, ya no será seguramente igual a la que hoy ves cada día en el espejo. El aprendizaje vital, emocional y la simple cotidianidad te ha hecho desprenderte de cosas y asumir conceptos nuevos.
Como ves, todos nosotros “dejamos ir” pequeñas cosas cada día. No obstante, las más grandes son siempre las más dolorosas. ¿Cómo dejar ir, por ejemplo, de nuestra mente y nuestro corazón a esa persona que antes llenaba todo nuestro universo?
Hay vacíos que duelen y enferman, huecos en los que nos podemos perder si no somos capaces de desprendernos de eso que causa más dolor que beneficio.
No te aferres a algo que te causa dolor y que no funciona. No tires de lo que no cede… Déjalo ir, la vida seguirá fluyendo y te traerá más opciones. Más oportunidades.